Morder la vida…

Estos últimos días, he estado pensando un poco sobre lo que podría ser un nuevo comienzo.
¿Tiene que ser el final de una temporada completa?
¿Cómo podemos viajar de un capítulo a otro de nuestra vida y aún así mantener y hacer crecer las cosas que hemos aprendido a través de los episodios anteriores?
¿Cómo podemos asegurarnos de que estamos listos para seguir adelante, dejando atrás sólo recuerdos, sin ningún remordimiento, mirando al futuro que se abre a una redefinición completa de lo que pensábamos que teníamos, eramos y deseábamos.

Estar abierto… Supongo que esta es la única cosa que quiero tratar de hacer realmente.
Estar dispuesta a caminar en mi vida lo más ligera posible, que mis manos no sólo se abran, sino que se levanten hacia el cielo listos para agradecer y para abrirse a cualquier relación, ya que son momentos, ya que son oportunidades, por que están… estimando todo lo alto, por que están, sin tratar de controlarlos con el fin de verlos evolucionar en función de mis propios deseos o visiones borrosas.

Tengo que decir, no es nada natural o fácil para mi naturaleza el escuchar las cosas que me hacen triste, el darle dar poder a lo que me duele, a gatear hacia abajo y que todo el mundo sepa que soy una víctima para que nadie me puede culpar , para que nadie pueda decirme que yo soy responsable… como si el libro de mi vida estuviera siendo escrita, pero que yo no sostengo la pluma. Pero, ¿quién quiere ser un personaje secundario en el libro de su vida? Yo no.

Así que decido a caminar, ningún paso se toma a la ligera, cada una de ellas es la definición de la seguridad con la que vivo, ¿Qué rastro dejo atrás y lo que legado voy a construir?.
Tal vez no es tan importante tener el conocimiento sobre la vida y su curso… Tal vez debería comer de un árbol diferente, uno que de vida, en vez de conocimiento.

Morder la vida… con todos sus sabores amargos o dulces, texturas blandas o duras… Siempre nutritivo, fortalecido… mordiendo la vida, agarrando la ocasión para compartir los placeres y tener la bendición de compartir también los momentos en los que es amargo, doloroso o decepcionante… quien sabe cuando necesitamos a alguien que nos ayude a sanar o que belleza puede florecer a partir de compartir la intimidad de la luchar espalda con espalda.

Estoy orgullosa de morder la nueva temporada de mi vida y miro en tus ojos, como muerdes tu propia vida.

Te amo

-Miss Isabel